La tensión geopolítica entre Rusia y Occidente deja ya consecuencias económicas muy importantes, y no son precisamente positivas. Vamos a notarlas en nuestros bolsillos de forma inminente.
Lo más evidente es la subida del petróleo, pero también habrá repuntes importantes en los precios del gas, en alimentos básicos como el trigo, ya ha habido caídas importantes de los mercados internaciopnales, y las criptomonedas valen cada día menos.
Lo que ocurre en Ucrania se nota en el resto del mundo.
Los mercados de materias primas son sensibles a las presiones.
El 10% de la producción mundial del petróleo depende de Rusia. Es el segundo productor mundial de gas natural y un auténtico granero en la producción de cereales.
Si hay sanciones y se bloquean las exportaciones acabaremos sufriendo incrementos de precios en productos básicos.