Ya en la calle, y ante numerosos micrófonos de los medios de comunicación, Mary ha afirmado que se sentaría en un banco delante de su casa y que no quiere irse a ningún otro sitio. "Llevadme donde queráis, pero no a una residencia. Vengo a morirme, llevadme arrastrada", ha dicho entre lágrimas.
Por la mañana, el programa Buenos Días estuvo en su casa y recogió su testimonio y malestar.
Afirma que su nieto le ha vaciado las cuentas, ha vendido sus propiedades y se ha fugado. Cuando Mary fue al notario y dijo que le había vendido el chalé, éste le dijo que no se preocupara, pero el notario y el nieto estaban confabulados y resultó que posteriormente vendió también la casa donde reside la anciana.
Mary ha luchado durante años en los tribunales, pero la Justicia le ha dado la razón a su nieto y ahora tiene que salir de la vivienda que disfrutaba en régimen de usufructo.