La factoría de la automovilística Ford en Almussafes (Valencia) ha planteado un ERE para 630 trabajadores, lo que podría llevar a la desaparición del turno de noche. La compañía aduce que los modelos que fabrica en Valencia han reducido sus ventas casi un 50%.
No es la única empresa inmersa en un ajuste laboral por la caída de su producción. La avalancha de expedientes de regulación de empleo que se espera para los próximos meses afecta a todos los sectores. Unos 25.000 trabajadores podrían verse afectados.
La cadena hotelera NH, por ejemplo, plantea despedir a más de 250 trabajadores de los Servicios Centrales y de la Central de Reservas. La mayoría son mujeres. El 70% de los empleados aún están en ERTE. Los sindicatos denuncian el ajuste porque la empresa ha cobrado más de 52 millones de euros en ayudas públicas.
Desde CCOO-Madrid, su secretario general Jaime Cedrún, ha denunciado que muchas empresas van a aprovechar la situación para realizar despidos no por la pandemia sino para reducir costes y ampliar la retribución a sus accionistas.
Su homólogo de UGT, José Miguel Reillo, opina que no es momento de EREs sino del mantenimiento de las plantillas para poder mantener la actividad económica.
El presidente de la patronal CEIM, Miguel Garrido, ha vuelto a reclamar medidas de flexibilidad labora y ayudas directas para las empresas.
No se libra ningún sector. El turismo muy afectado por la restricción de movimientos ha trasladado su crisis a las agencias de viajes y touroperadores. En la banca, casi todas las entidades han planteado reducciones, como el Santander (3.500), el BBVA (3.000), el Sabadell o Ibercaja. En la distribución, El Corte inglés ha planteado 3.500 ajustes, de los que ha excluido a los mayores de 50 años.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) cree que unos 300.000 trabajadores podrían perder su empleo pasando de un ERTE a un ERE.