Discursos como el de Jesús Vidal, José Luis Borau o Fernando león de Aranoa será recordados para siempre por sus reivindicaciones y emotividad.
REDACCIÓN
El discurso de Jesús Vidal al recoger el Goya a mejor actor revelación en 2019 será recordado mucho tiempo. Le puso corazón, sinceridad y humildad, que, según Mónica Pérez de las Heras, Directora de la Escuela Europea de Oratoria, son las tres claves de la buena oratoria.
El actor de 'Campeones' se metió en el bolsillo al público al hablar de inclusión, diversidad y visibilidad y al referirse directamente a sus padres y darles las gracias por haberle enseñado la importancia de la tolerancia y el respeto a los demás.
Los Goya cumplen 34 ediciones y en su historia ha habido muchos discursos para recordar. Uno de ellos fue el del director de cine José Luis Borau en 1998. Era el Presidente de la Academia de Cine y subió sus manos pintadas de blanco para rechazar con dureza el atentado de ETA que acabó con la vida del matrimonio Jiménez Becerril.
En 2003, año polémico porque la gala se convirtió en una crítica contra el Gobierno y la Guerra de Irak, el director Fernando León de Aranoa, recogió la estatuilla por 'Los lunes al sol' y leyó y mostró un cartel que rezaba "NO A LA GUERRA".
Mónica de las Heras recomienda preparar y aprenderse el discurso. No subir con un papel y dar las gracias a un sinfín de personas. Hay que ponerle corazón y contar algo, ya sean reivindicaciones o alusiones personales. Y, sobre todo, asegura que se puede hacer un discurso para recordar en solo un minuto.