Comienza el juicio por el crimen de Anchuelo, con la conformación del jurado popular. En el banquillo, como acusados, los integrantes de una presunta mafia okupa. Habrían acuchillado a la víctima, Iván Toribio, por no pagar el alquiler del piso en el que supuestamente residía de forma ilegal. La familia lo niega. Asegura que el piso donde se produjeron los hechos y que tampoco le reclamaban el alquiler.
El hermano de Iván Toribio, el joven de 29 años asesinado en febrero de 2019 en el municipio madrileño de Anchuelo, solicita para sus dos únicos agresores identificados veinticinco años de cárcel por un delito de asesinato y no homicidio como reclama el fiscal al ser víctima de "una brutal" paliza en la que fue apuñalado por la espalda con un machete de 55 centímetros.
La familia pide que se juzgue como asesinato
La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado este lunes el juicio con la selección del Jurado Popular que dictaminará sobre la culpabilidad o inocencia de los dos acusados en base a los hechos que consideren probados en la vista. Los familiares del joven se han acercado hasta la sede judicial para reclamar justicia y que los asesinos de Iván no acaben en unos años en las calles porque son "delincuentes".
"Estamos destrozados", ha comentado uno de los allegados, quienes sujetaban una foto con la imagen del fallecido. Quieren conocer la causa del crimen, ya que sostienen que su hermano no estaba relacionado con ninguna mafia okupa y que vivía en una casa de alquiler que había pagado.
Las investigaciones policiales apuntaron a que detrás estaría un clan de etnia gitana dedicado supuestamente al cobro de alquileres de viviendas okupadas ilegalmente. El chico llevaba dos semanas viviendo en Anchuelo. Trabajaba en una cafetería de Alcalá de Henares, aunque era original de un municipio de Cáceres.
El fiscal reclama para los acusados, un hombre y una mujer, quince años de prisión por un delito de homicidio pero la acusación particular, en nombre de la familia, eleva la pena al máximo legal por asesinato al considerar que concurren las circunstancias de alevosía y ensañamiento.
"No fue un homicidio porque sus agresores se ganaron su confianza y en una casa le pegaron una paliza brutal y dos puñaladas, una en el cuello y otra corazón. Si te apuñalan con un arma de 55cm no quieren un final muy bonito", ha subrayado su hermano.
Los hechos se remontan a 2019
El asesinato se produjo sobre las 18.00 horas del 16 de febrero de 2019 cuando los dos acusados, junto a otra persona sin identificar, iniciaron una discusión con la víctima en una vivienda ubicada en la localidad de Anchuelo.
Según el escrito del fiscal, al que tuvo acceso Europa Press, los procesados cogieron un machete de la vivienda y golpearon a la víctima en la cabeza. Además, le apuñalaron en el corazón, muriendo en el acto como consecuencia de una herida cardiaca.
El fallecido, Iván T.S., vivía desde hace diez días a su muerte de forma ilegal en un piso cercano a la zona en la que fue asesinado. De hecho, tenía antecedentes por delitos contra el patrimonio. Según las investigaciones policiales, había sufrido amenazas de un clan de etnia gitana que habría okupado el edificio en el que vivía y que quería echarle de su piso de la calle Almendros para supuestamente realquilarlo a otras personas.
Iván fue apuñalado y golpeado en la casa de un amigo en presencia de la mujer de éste y de la hija de éstos. Los servicios de emergencia recibieron la llamada de alerta a las 18.45 horas, acudieron al lugar pero solo pudieron confirmar el fallecimiento.