Más del 95 por ciento de los casos de cáncer de laringe están provocados por el consumo de tabaco, según ha avisado el secretario general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), Mario Fernández, con motivo de la presentación de la campaña 'Ponle un cero al tabaco'.
Por tanto, tal y como ha asegurado el doctor, este tumor, que suele aparecer entre los 45 y 65 años en personas que llevan más de 20 años fumando, no tendría apenas incidencia si se previene el consumo de tabaco entre la población y, especialmente, entre los más jóvenes. Por este motivo, la campaña está enfocada en la población adolescente y, para ello, lleva asociada una serie de charlas y coloquios en los colegios, dirigidas por pacientes y otorrinolaringólogos especializados, para explicar las consecuencias que tiene el cáncer de laringe en la vida de los que lo padecen y, en concreto, advertir de la importancia de no empezar a fumar tabaco para no padecer este tumor, así como otros muchos asociados al tabaquismo.
"Vamos a recorrer colegios e institutos para que los adolescentes sean capaces de ver de manera directa las consecuencias que puede tener el tabaco sobre el cuerpo", ha recalcado la presidenta del Comité de Prevención del Tabaquismo de la SEORL-CCC y coordinadora de la campaña, Ana Sánchez-Prieto Fernández, tras recordar que el tabaco es la segunda sustancia más consumida entre los estudiantes de 14 a 18 años, por detrás del alcohol, y la edad media de inicio se sitúa a los 13,9 años.
EL 50% DE LOS CASOS DE NECESITA UNA LARINGECTOMIA
De hecho, se calcula que el 38,4 por ciento de los jóvenes ya han fumado alguna vez en su vida, porcentaje que aumenta hasta el 60 por ciento en el caso de los adolescentes de 19 años. En este punto, los expertos han llamado la atención sobre el hecho de que la media de adquisición del hábito tabáquico se sitúa a los 14,6 años, es decir, menos de un año después de haber probado el primer cigarro. Se trata de una elevada prevalencia de consumo de tabaco entre la población adolescente que, según han insistido los doctores, hay que frenar y, especialmente, si se tiene en cuenta que este hábito aumenta exponencialmente el riesgo de cáncer de laringe, el cual tiene importantes consecuencias para la vida de los pacientes.
"La campaña está dirigida a no tener que rehabilitar a más pacientes, ya que aunque en muchos los podamos curar, siempre suelen quedar secuelas que afectan gravemente a la calidad de vida de los enfermos", ha detallado el presidente de la Comisión de Cabeza y Cuello y Base de Cráneo de la SEORL-CCC, Pablo Parente.
Las principales secuelas se deben al tratamiento quirúrgico, en la cual se necesita en el 50 por ciento de los casos, y consiste en la extirpación total de la laringe, lo que se conoce como laringectomía. "La vida cambia después de pasar por el quirófano porque tienes que aprender a hablar mediante otros mecanismos y con otro tipo de voz, lo que afecta tanto a la vida laboral como social", ha señalado el presidente de la Asociación Regional Madrileña de Atención y Rehabilitación de Laringectomizados (ARMAREL), Torcuato Romero.
Estas declaraciones han sido también corroboradas por José María Bello Diéguez quien se ha sometido también a una laringectomía, lamentando los problemas que le ha ocasionado en su vida diaria como, por ejemplo, la imposibilidad de bañarse en el mar o en las piscinas, las secreciones continuas o los calambres. "Te cambia la voz, la forma de comunicarte, el bienestar social e individual y hasta tu propia libertad", ha zanjado Romero.