"¿Subo o bajo el aire?". Esta pregunta se repite con frecuencia en los más diversos ambientes: en el trabajo, en el coche, en un comercio o en cualquier domicilio.
El uso del aire acondicionado requiere en casi todos los casos de una negociación, porque este aire no suele soplar al gusto de todos. Los expertos recomiendan una temperatura ideal: entre 25 y 26 grados. Y alertan de que siempre hay que tener en cuenta la temperatura exterior para que no haya una diferencia de más de 12 grados.
¿Cuestión de sexos?
Año tras año se publican estudios que plantean la guerra del aire acondicionado como una cuestión de sexos. Algo que podría explicarse por diferencias metabólicas acentuadas, además, por el tipo de vestuario.
La última regulación sobre temperatura en recintos refrigerados públicos establece que no deber ser inferior a 26 grados.