Un grupo de arqueólogos, dirigido por Jorge Vega, trabajan cada día junto a la M50, explorando una zona que tiene restos romanos, visigodos y musulmanes.
Trabajan centímetro a centímetro, sin estropear ningún elemento original. Buscan los restos de San Babilés, patrón de Boadilla del Monte. Y lo hacen en el entono en el que estuvo la ermita, antes escuela, en la que la tradición sitúa el magisterio del santo.
La curva de la M50
La construcción original es de los siglos VI y VII. Lo que queda ahora es la traza y algunos elementos de aquel asentamiento. Su importancia es tal que cuando se hizo la M50 se desvió la autovía para que no afectará a los vestigios de este yacimiento.
San Babilés fue torturado y decapitado por los sarracenos junto a 80 niños a los que enseñaba. Era octubre del año 715. El patrón de Boadilla es venerado por la cofradía más antigua de España.