María Teresa, la paciente de Alcalá que enfrenta al hospital y a la familia, "quiere vivir"
La paciente de 54 años padece desde hace 20 una enfermedad neurodegenerativa llamada ataxia
Un Juzgado de Alcalá ha estimado las medidas cautelares solicitadas por la familia obligando a los médicos del hospital Príncipe de Asturias a intentar reanimarla si sufriera una nueva crisis
EFE
La paciente ingresada en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares con una enfermedad neurodegenerativa evoluciona favorablemente, tiene una vida "totalmente digna" y "quiere vivir", tal y como ha manifestado la portavoz de la familia de María Teresa, Polonia Castellanos. Así lo ha asegurado en declaraciones a los medios después de que el jueves un juzgado de Alcalá de Henares estimara las medidas cautelares solicitadas por la familia para que el hospital reanime a la paciente, en el caso de que lo necesite.
La también presidenta de la Asociación Abogados Cristianos ha explicado que esta resolución se basa en el dictamen de un médico que ha ido a ver a María Teresa por orden del juez y ha comprobado que la paciente evoluciona de forma favorable y que, de ser necesario, se deberían aplicar técnicas de resucitación cardiopulmonar (RCP), a lo que el jefe de planta de dicho hospital -ha subrayado- se oponía.
Ha asegurado que la paciente "no está sufriendo" y que una técnica de RPC tampoco implicaría sufrimiento, porque para hacérselo la sedarían.
Aseguran que han informado en todo momento a la familia de estas circunstancias y rechazan que la atención a esta paciente tenga relación alguna con debates como la eutanasia.
20 años enferma
María Teresa, de 54 años, padece desde hace 20 una enfermedad neurodegenerativa llamada ataxia que le impide hablar y limita sus movimientos de forma que "necesita ayuda para las actividades básicas de la vida", tal y como ha reconocido Castellanos, que ha indicado que se encuentra encamada. No obstante, ha subrayado que ella "es una persona con una vida totalmente digna, una persona que quiere vivir y cuya familia quiere que viva, en contra del dictamen médico" del hospital de Alcalá de Henares.
La portavoz de la familia ha advertido de que han conseguido esta resolución judicial porque "a día de hoy no está legalizada la eutanasia". "Si estuviera legalizada no hubiésemos podido interponer estas medidas cautelares y, a pesar de la voluntad de María Teresa y su familia, se hubiese acabado con su vida", ha sostenido.
Ha indicado que la paciente no ha redactado un testamento vital, pero que la Constitución, en su artículo 43, dice que hay que proteger la vida y "si una persona no deja un testamento vital no significa que haya que liquidarla". A pesar de que ella no puede hablar, Castellanos ha dicho que la familia la conoce bien y sabe que ella quiere seguir viviendo y luchando.
Ha negado que una técnica de RCP suponga encarnizamiento terapéutico como afirman los médicos que la tratan en el Hospital de Alcalá de Henares y ha asegurado que estos facultativos le dijeron a la familia que mantenerla con vida "era muy caro".
El auto dictado por el juez es recurrible, pero Castellanos confía en que el hospital no lo haga puesto que sería "una obstinación en acabar con la vida de una persona que quiere seguir viviendo y su familia también". "Hay que defender la vida hasta el último momento, hay que invertir en Cuidados Paliativos para que la gente no sufra. Todas las vidas son dignas, las de los enfermos neurodegenerativos, las de los enfermos con problemas neurológicos también", ha aseverado.
La Asociación Derecho a Morir Dignamente ha negado, por su parte, que este caso pueda relacionarse de ninguna manera con el derecho a la eutanasia que es "una muerte deseada, solicitada de forma explicita, directa y clara por una persona y que sólo puede pedir la propia persona". "Considerar que una no reanimación es una eutanasia no tiene ningún sentido", ha subrayado.