Una pareja residente en Zaragoza rechazó a una niña india que tenía en adopción desde enero de este año y la entregó al Servicio de Atención a la Infancia y Adolescencia del Gobierno aragonés tras descubrir que su edad son 13 años y no 7, como les comunicaron inicialmente en el país de origen.
Fuentes del Ejecutivo autonómico han recalcado a Efe que ésa fue la vía que usaron los padres adoptivos para rechazar la adopción que cursaron con una organización india.
La pareja dejó a la menor en este servicio de protección de menores del Gobierno aragonés, si bien las fuentes no han podido precisar aún cuándo lo hicieron y qué alegaron para hacerlo.
Ahora la menor se encuentra ahora bajo tutela de los servicios sociales aragoneses, y la prioridad consiste en proteger los derechos de la menor y encontrar la alternativa para ella más conveniente, que puede ser regresar a su país de origen o ser adoptada por otra pareja.
17 RUPTURAS EN 2017
Igual que ante la llegada de un hijo biológico, lo habitual es que tras un proceso de adaptación todo encaje.
De las 588 adopciones realizadas a 31 de diciembre de 2017, solo hubo 17 rupturas.
En el fracaso suelen darse un cúmulo de factores. Problemas previos del niño con su pasado, padres frágiles demasiado centrados en ellos mismos, valoración incorrecta por parte de los profesionales y falta de integración social.
Cuando falla un proceso de adopción, los menores vuelven a ser declarados en situación de desamparo, sean adopciones nacionales o internacionales. No hay diferencia.
La adopción es plena, irrevocable y convierte a los menores en hijos de sus adoptantes para siempre.
Si se interrumpe la convivencia, los niños son protegidos por el Sistema igual que lo son los hijos que son retirados de sus padres biológicos o abandonados por éstos.