El 8 de junio, en los terrenos de la Ciudad de la Justicia de Valdebebas, la presidenta Isabel Díaz Ayuso anunció la construcción de un nuevo hospital. Sería una infraestructura dedicada a las situaciones de emergencia como la actual pandemia y recibiría el nombre de Isabel Zendal, la asistente del doctor Balmis en la primera expedición mundial para llevar la vacuna de la viruela a América. Esto ocurría en plena fase 2 de la desescalada.
Poco después se conocía que el Isabel Zendal tendría más de 1.000 camas, 48 de ellas de UCI y una zona de almacenamiento y distribución de 8.000 metros cuadrados.
Incremento del presupuesto
Una inversión inicial de 50 millones de euros ha permitido que 1.350 trabajadores en turnos de 24 horas, 7 días a la semana, levantaran el edificio. Finalmente han sido necesarios otros 50 millones justificados como "mejoras". Este ha sido uno de los motivos de crítica, la necesidad de invertir en un gran equipamiento mientras la región cuenta con otros 34 hospitales en la red pública. Algunos de ellos de referencia nacional e internacional.
Traslados forzosos
El penúltimo motivo de polémica vino con el anuncio de la Consejería de Sanidad de que no se realizarían nuevas contrataciones. Para el Hospital de Valdebebas se recurriría a traslados. Voluntarios en un principio y forzosos al no cubrirse los equipos previstos.
Hoy, en la inauguración, colectivos médicos han recordado que los efectivos detraídos de otros hospitales para cubrir el nuevo de emergencias, supone fragilizar aún más el servicio público de salud en algunas zonas que aún presentan carencias asistenciales.