Además de contaminación, en estos últimos días de febrero en Madrid también tenemos un calor inusual y, si sumamos el polen, viene una etapa en la que los alérgicos van a ver aumentados sus problemas.
El polen de las cupresáceas es el causante de todo esto. Arizónicas y cipreses que desprenden hasta 504 granos por metro cúbico de aire. Niveles muy altos según los informes de la Comunidad de Madrid.
Madrid continúa con el protocolo 1 de contaminación y lo peor nos llega a nosotros. Además, varios días seguidos de niveles altos de arizónicas acaban provocando una inflamación bronquial y una respuesta alérgica más intensa, por lo que los afectados siguen empeorando.
A ello se une la contaminación que provoca inflamación en los bronquios de las personas asmáticas. De momento toca aguantar.