La escalada de tensión en Oriente Próximo ya tiene la primera consecuencia económica: El encarecimiento del petróleo. Esta subida se notará en los combustibles pero sus efectos van más allá. Un petróleo por encima de 75 dólares podría poner en riesgo el crecimiento de la economía española.
No obstante, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se relajaba este martes, tras superar ayer los 70 dólares, y se situaba en los 68,48 dólares, mientras que el Texas se colocaba en los 62,93 dólares, tras la muerte del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní, Qasem Soleimaní.
El crudo no superaba la barrera de los 70 dólares desde el 16 de septiembre pasado.
El cruce de amenazas entre Washington y Teherán, que se dispone a tomar represalias tras el ataque aéreo estadounidense, hace temer un conflicto en Oriente Medio, lo que amenazaría el suministro de crudo tanto desde Irán como desde Irak y otros países de la zona.
Entre otras presiones, alrededor de un quinto de los suministros de petróleo global pasa a través del Estrecho de Ormuz, un enclave estratégico entre Omán e Irán.
Algunos analistas creen, a pesar de ello, que el "oro negro" está mostrando bastante estabilidad pese a la difícil situación geopolítica.