Mientras, los primeros refugiados ucranianos que han llegado a Madrid ya están alojados en las viviendas municipales de Las Caracolas. Son 21 personas, familias enteras que han dejado atrás su vida a causa de la invasión rusa de su país. En total los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid han atendido a 48 personas.
Personas como Anastasia y su marido estaban a punto de volver a Ucrania cuando comenzó la invasión. “Estamos sobrecogidos, no sabemos que hacer”, dicen.
Son de Odessa. Tienen cinco hijos y se están alojando provisionalmente en este centro de Las Caracolas. No saben qué ha sido de su casa ni de su barrio. Por el momento se alojan en las Caracolas, que cuenta con 300 plazas, 80 reservadas para ciudadanos ucranianos.
Ayudas que ya se han puesto en marcha en nuestra región. “Es un centro al que van a venir familias que necesitan hogar, hemos preparado hogares. Son medidas que se tenían que tomar desde el Gobierno central, pero como el Gobierno no hace nada”, ha dicho la vicelacaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
El goteo de llegadas es constante. Y Son ya 21 los ucranianos que están viviendo aquí y que siguen con preocupación la situación de su país.
No solo las administraciones se vuelcan con Ucrania, también la solidaridad de los madrileños. En varios puntos de la capital se están recogiendo alimentos, ropa y material sanitario. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha visitado este miércoles uno de esos puntos, la tienda Ucramarket, en la calle Méndez Álvaro nº 8, convertida desde el pasado fin de semana en punto de recogida.
Los puntos solidarios aumentan, en la calle Los Yébenes 107, el propietario de un local lo ha cedido a un grupo de ucranianos y en cuestión de horas han llenado varias furgonetas. Vecinos, compañeros de trabajo, todos se organizan para ayudar lo máximo posible.
El Ayuntamiento enviará todo lo recogido en las Juntas Municipales de Distrito a través de Acnur y Cruz Roja.