Una investigación española ha constatado que los supervivientes al ébola generan unos anticuerpos "en pequeña cantidad", denominados "unicornio", que son capaces de identificar las zonas vulnerables del virus y neutralizarlo, un primer paso para obtener una vacuna eficaz para todas sus variantes.
Han sido los investigadores del Servicio de Microbiología y del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid los que han conseguido este hallazgo tras investigar muestras de tres pacientes infectados por el virus y que han sido tratados en España.
El investigador principal y jefe de este servicio, Rafael Delgado, ha explicado, en declaraciones a la prensa, que el estudio se enmarca dentro de una nueva estrategia llamada "vacunología inversa" para conseguir frente a algunos agentes vacunas, bien porque no las hay, como el caso del VIH, o porque no son al cien por cien eficientes, como en el de la gripe.
Esta estrategia consiste en descubrir cuáles son las zonas más vulnerables del virus, que generalmente están en la superficie -en las proteínas que lo envuelven- y a partir de ahí conseguir vacunas que sean capaces de inducir los anticuerpos que identifiquen esas áreas.
En este caso, han demostrado que en pacientes supervivientes de ébola existen anticuerpos especiales en muy pequeña proporción pero que reconocen esas zonas recónditas y más vulnerables del virus, que están presenten en todas las variedades del Ébola -son cinco-.
"Hemos podido demostrar que en esos pacientes existen anticuerpos en pequeña cantidad, que tienen propiedades muy especiales, son muy efectivos porque van dirigidos frente a zonas absolutamente críticas para el virus, y tienen una eficacia muy grande para bloquearlo", ha expuesto Delgado.
Se trata de la primera vez que estos anticuerpos "unicornio" se detectan en muestras reales de pacientes que han superado la infección, ya que antes habían sido identificados en clones creados en laboratorio.
"Estos anticuerpos si estuvieran en cantidades más altas seguramente serían protectores frente a todas las variedades de virus ébola circulante. El reto sería inducir grandes cantidades de estos anticuerpos tan especiales mediante una vacuna", ha señalado Delgado.
Esa vacuna, según ha explicado el investigador, estaría modificada para "expresar" esas zonas que son de mayor vulnerabilidad en la superficie del virus. "Esa sería la aplicación más importante", ha abundado.
En concreto, sería mediante la modificación de la envoltura del virus en laboratorio y así se conseguiría inducir una mayor producción de estos anticuerpos "unicornio".
Delgado ha señalado que la expectativa es conseguir una vacuna eficaz pero aún se están dando "los primeros pasos", ya que primero tiene que investigarse en ratones, unos resultados podrían estar listos en un año.
La investigación ha sido realizada en colaboración con la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital de La Paz, de Madrid, y se publica en un suplemento especial de la revista científica "The journal of Infectius Diseases".
De manera similar, la estrategia se está utilizando también para avanzar en una vacuna universal con una eficacia más prolongada en el tiempo para el virus de la gripe y para otra contra el VIH, ya que se ha demostrado, según Delgado, que existen anticuerpos igualmente protectores que reconocen las regiones más vulnerables y escondidas del virus.
"Inducir estos anticuerpos mediante vacunas es ahora el reto de la vacunología en el futuro", ha insistido el investigador.
Y es que la mayoría de las vacunas funcionan por su capacidad de inducir la producción de anticuerpos que reconocen y neutralizan la envoltura que los virus tienen en su superficie, que es el caso de algunas "muy eficaces" como las de hepatitis B o el sarampión.
Sin embargo, en el caso del ébola, la gripe o el VIH, uno de sus inconvenientes es la variabilidad y capacidad de estos virus para "esconder" esas áreas más vulnerables de su envoltura.