Se cumplen 10 años del terremoto y tsunami que afectó a la costa este de Japón. Un seísmo ocurrido mar adentro, a 130 kilómetros de la costa, que alcanzó los 9 grados en la escala de Richter. Las olas provocadas, de 15 metros, sobrepasaron los diques de contención al tocar tierra y afectaron entre otras instalaciones a la central nuclear de Fukushima.
El agua inutilizó los generadores de emergencia y no se pudieron enfriar los núcleos de varias unidades de esta central. Se produjo entonces uno de los accidentes nucleares civiles más importantes desde la primera fisión atómica.
Fusión de los núcleos
Tres de los reactores, de los 6 de Fukushima, sufrieron la fusión de sus núcleos. Se produjeron explosiones de hidrógeno que dañaron la contención de los edificios y se comenzó a emitir radiactividad al exterior.
La emergencia radiológica obligó a desalojar de sus poblaciones a 140.000 personas en un radio de 40 kilómetros. Incluso se barajó la posibilidad de evacuar Tokio, la capital, al detectarse niveles de radiactividad en el aire y en la red de agua potable.
Según la escala internacional de accidentes nucleares, el de Fukushima alcanzó el nivel 7, el máximo. Igual que el ocurrido en Chernobil en 1986.
Ahora la polémica vuelve a Fukushima con las miles de toneladas de residuos y millones de litros de aguas radiactivas almacenadas y que se pretenden verter al Océano Pacífico.
Aniversario doloroso
En Japón se ha guardado un minuto de silencio en el Teatro Nacional de Tokio a las 14.46, la hora exacta del peor temblor que ha sufrido el país en toda su historia seguido del tsunami devastador.
Los emperadores Naruhito y Masako han reconfortado a una veintena de familiares de las más de 18.000 víctimas del desastre. Diez años más tarde, cerca de 36.000 personas evacuadas en su día de la zona siguen sin poder regresar a sus hogares y muchos no quieren hacerlo por miedo a la radiación.