Los vecinos de una comunidad del Ensanche de Vallecas están hartos de suciedad, ruidos y de encontrarse con toxicómanos que acceden a sus zonas comunes. Su urbanización, dependiente de la agencia regional de vivienda social, no tiene valla y está llena de desperfectos.
Los vecinos aseguran que lo llevan denunciando desde hace 8 años. Piden una verja que les proteja de ladrones y botellones.
El Ensanche de Vallecas simboliza la época de la burbuja inmobiliaria. Ahora, muchos de sus pisos están vacíos y son okupados por bandas que atemorizan al resto del vecindario.