Juntos pero no revueltos. Cada vez más parejas optan por vivir cada uno en su casa. No quieren perder su independencia pero tampoco renunciar a tener un compañero sentimental. Una opción más que empieza a extenderse en nuestro país pero que es habitual en Francia o Estados Unidos.
Las relaciones sentimentales están cambiando también en España. Hemos pasado del “juntos hasta que la muerte nos separe” al juntos, pero no revueltos.
Una opción cada vez más extendida en el Reino Unido y los países nórdicos, donde se calcula que el 10% de las parejas viven en casas distintas.
El incremento de separaciones, divorcios y una mayor esperanza de vida han contribuido a su extensión. Pero cada vez son más las parejas, cuyos miembros no quieren perder su independencia y su espacio vital, sin renunciar a la compañía sentimental. Son, fundamentalmente, hombres y mujeres de más de 50 años, con una buena situación económica que habitualmente se comunican a diario y suelen vivir cerca.