El hombre de 35 años que se ha suicidado tras envenenar presuntamente a sus hijas de 2 y 4 años, cuyos cadáveres han sido encontrados este domingo por la noche en un cortijo de Alboloduy (Almería), se enfrentaba a un año de prisión por lesionar a la madre de las pequeñas.
El presunto filicida debía haber sido juzgado el próximo 10 de abril por unos hechos que, de acuerdo al escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso EFE, tuvieron lugar el 24 de mayo de 2022, cuando todavía acusado y víctima eran pareja y convivían en un mismo domicilio familiar.
El fiscal sostiene que sobre las 22:30 horas de dicha jornada, se inició una discusión entre ambos en la que, "guiado por el ánimo de menoscabar su integridad física", el acusado cogió el brazo izquierdo de la víctima y le retorció la mano.
A consecuencia de la agresión, la mujer, que en la actualidad tiene 23 años, sufrió lesiones que precisaron de asistencia médica y de cinco días para su curación.
El fiscal consideraba al hombre autor de un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, por el que habría reclamado una pena de un año de prisión, dos años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas, así como una orden de alejamiento de 500 metros durante dos años respecto de la madre de sus hijas, y el pago a ésta de una indemnización de 200 euros.
Según ha informado este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el presunto asesino, de origen rumano, tenía un régimen de visitas de las menores reconocido judicialmente durante los fines de semana y una orden de alejamiento por maltrato para evitar el contacto con su expareja y madre de las niñas.
El hombre tenía pendiente este 10 de abril un juicio por malos tratos y amenazas en un Juzgado de lo Penal de Almería, mientras que otro juzgado, de Violencia sobre la Mujer había dictado una orden de alejamiento de su expareja y ordenado la colocación de una pulsera de seguridad al presunto agresor para evitar el contacto con la mujer, quien se negó en varias ocasiones a denunciarlo e incluso solicitó el levantamiento de las medidas cautelares.
Asimismo, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer instó un proceso civil sobre la guarda y custodia de las menores, el régimen de visitas y la cuantía de la pensión que debía abonar a la madre para el sustento de las hijas.
Este régimen de visitas, acordado por la autoridad judicial en marzo de 2023, establecía que el padre podía estar con sus hijas los sábados y domingos de cada semana entre las 12:00 horas y las 18.00 horas.
Pese a que en principio se estableció que la recogida de las menores se produjera en un Punto de Encuentro Familiar, se acordó hace unos meses que este servicio no tuviera que intervenir.