Más de un millar de vecinos se han congregado en la tarde de este lunes frente a la estación de Cercanías de El Pozo, en Madrid, para recordar y homenajear a las víctimas del atentado del 11M, del que hoy se cumplen veinte años y que tuvo ahí uno de sus escenarios más trágicos.
Fue en esta estación donde el ataque terrorista se cobró más víctimas, un total de 65 muertes provocadas por dos bombas colocadas en un tren que venía de Alcalá de Henares. En el mismo convoy había otros dos artefactos que no llegaron a explotar.
El acto, que convocan cada año la Asociación 11M Afectados del Terrorismo y la Asociación de Vecinos El Pozo del Tío Raimundo, se ha celebrado, como es habitual, en la explanada del monumento a las víctimas ubicado junto a la estación de Cercanías, donde se ha instalado para la ocasión un pequeño altar con flores, velas y fotografías.
El recuerdo del atentado sigue muy vivo en El Pozo del Tío Raimundo, una barriada obrera de Puente de Vallecas que se vio fuertemente golpeada por la masacre. "Parece mentira que hayan pasado veinte años", murmuraban algunos asistentes al homenaje.
Y los que no son suficientemente mayores para acordarse son igualmente partícipes de la memoria colectiva: en el acto ha habido una abundante participación de niños y adolescentes de diversos colegios de la zona, convertidos ahora en destinatarios principales de las acciones de recuerdo, y que han compartido con los asistentes varias reflexiones y poemas.
Ha intervenido, asimismo, el presidente de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz, quien ha censurado las "mentiras" y "teorías conspirativas" sobre el atentado que se difundieron desde el Gobierno y ciertos medios de comunicación y ha pedido acabar con "el afán de ignorar el terrorismo yihadista y otros terrorismos" distintos del de ETA.
El presidente de la Asociación de Vecinos El Pozo, Gabriel del Pozo, ha hecho, por su parte, un discurso repleto de reproches al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, a quien ha reprochado que "siga sin pedir perdón" por "su maldita decisión" de involucrar a España en la guerra de Irak.
También ha habido tres actuaciones musicales y la lectura de un poema compuesto por el vecino Agustín Zamora, que cada año escribe un nuevo texto inspirado en el atentado.
El homenaje ha concluido con un minuto de silencio y una ofrenda floral en recuerdo a las víctimas.