Un informe, basado en un estudio, del Banco de España pone el foco en los trabajadores mayores de 50 años. Personas a las que les queda todavía mínimo 14 años de vida laboral y que tradicionalmente son degradados en sus empresas o directamente expulsados del mercado. Recuerdan que tienen una tasa de actividad inferior al 80% que se va reduciendo paulatinamente hasta el 41% cuando alcanzan los 60 años o más.
Uno de cada cuatro parados en España tiene más de 50 años. Es el colectivo más afectado por el desempleo de larga duración.
Las empresas normalmente apuestan más por gente joven a la que pagan menos y que no tienen responsabilidades, ni experiencia, se asegura en muchos casos.
La OCDE apunta a otros motivos: los trabajadores mayores empeoran tanto su comprensión lectora como su habilidad numérica y deberían ser reasignados a tareas adaptadas a la edad.
El Banco de España apunta como ideales labores de supervisión, organización y planificación.
El Banco de España apuesta por “incorporar esquemas de flexibilidad interna” en las empresas para favorecer “ajustes” de las condiciones laborales de los trabajadores más mayores como salariales, horarias o de jornada, y de las tareas que realicen, con el fin de evitar que pierdan su empleo y de cara a su jubilación con la edad efectiva.
El problema, según el supervisor bancario, es que estos cambios son más fáciles en empresas grandes. Y España es un país esencialmente de PYMES. Otro impedimento es nuestro modelo económico, centrado en servicios con alta carga física como la agricultura, el comercio o la hostelería.