La polémica provocada por la dimisión de la directora general de Bellas Artes, María Dolores Jiménez-Blanco, ha obligado al Ministerio de Cultura, a emitir un comunicado en el que se compromete a no dispersar el patrimonio de los museos nacionales radicados en Madrid.
Los rumores sobre la llamada descentralización cultural que supuestamente estaría valorando el ministro Iceta, habían alertado al Museo Arqueológico Nacional y al Museo del Prado entre otros.
La consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ha calificado de “disparate” la dispersión de obras de arte y ha criticado el “populismo cultural” del Gobierno central.