¿Ha sido un desliz, un globo sonda o un enredo? Las palabras del líder del PP, Pablo Casado, sobre el salario mínimo han levantado un gran revuelo a 24 horas de comenzar la campaña electoral. Él lo califica de "fake news".
Le preguntaban en una entrevista en Onda Cero sobre si mantendría la subida que aprobó el Ejecutivo de Sánchez y decía: "Lo que haré será cumplir la negociación que llegó el Gobierno con acuerdo de la patronal y los sindicatos para subir el SMI, 850 euros en el año 2020 y además respetando la subida" que ya hizo el PP el año pasado "del 45 y del año anterior un 8%".
Tras el revuelo, Casado rectificaba y hablaba de ello en todos los actos que ha tenido posteriormente. Dice que no se ha planteado bajarlo e incluso que no lo había dicho. "¿Quién ha dicho que yo voy a bajar el SMI? ¿Estamos en las 'fake news' de la semana?", ha espetado a los periodistas durante una visita al Campus Google de Madrid. El líder del PP se ha remitido al diálogo social y ha querido dejar claro que, "nada más llegar a la Moncloa", lo que hará sentarse con la patronal y los sindicatos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, señalaba que Casado "ha propuesto bajar a 850 euros el Salario Mínimo Interprofesional que está en 900. Esto es así. Lo he escuchado yo". Posteriormente a su llegada a Bruselas consideraba "razonable" que el líder del PP, Pablo Casado, "matice" sus palabras sobre el Salario Mínimo porque sería "la primera vez en democracia" que un partido pide bajarlo en lugar de subirlo.
La polémica también ha llegado hasta los sindicatos. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, la calificaba desde Jaén de "broma de mal gusto"."Lo dicen y no lo dicen", y advertía "a los políticos" que los sindicatos estarán "enfrente de cualquier atentado a los derechos de los trabajadores".
Por su parte, el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, trasladaba a Casado, que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) "no puede tener marcha atrás o habrá conflicto".