El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, no ha desvelado a la Ejecutiva Federal de su partido la estrategia de pactos que desarrollará para intentar formar un Ejecutivo, más allá de descartar una gran coalición con el PP y prometer que trabajará por tener un Gobierno progresista antes de Navidad, han informado a Europa Press fuentes socialistas.
Sánchez ha pedido a los miembros de su dirección que le den un voto de confianza para la tarea que tiene por delante porque requerirá hablar con unos y otros. El PSOE excluye de esos contactos a la ultraderecha de Vox y, aunque sostiene que no quiere formar un Gobierno que dependa de los independentistas, el secretario de Organización, José Luis Abalos, ha evitado en rueda de prensa excluir a los separatistas de ese diálogo.
En la reunión de la Ejecutiva Federal, convocada este lunes en la sede del partido en Ferraz para analizar los resultados electorales, Sánchez ha asegurado a los suyos que no habrá repetición electoral y que están capacitados para impedirlo, según algunos asistentes al encuentro. Sin embargo, no ha dado pista alguna de cómo lo va a hacer, a pesar de que en la rueda de prensa Abalos confesara que el partido está mirando a Ciudadanos, que podría adherirse a un acuerdo con Unidas Podemos, Más País que le permitiese superar la investidura.
Precisamente en algunas de las intervenciones que ha habido --casi una veintena de miembros de la Ejecutiva han pedido la palabra-- se han hecho reproches velados al hermetismo con el que Sánchez toma las decisiones, que comparte sólo con su núcleo más duro de colaboradores. En este sentido, algunos dirigentes socialistas han reclamado un mayor papel del partido en la toma de decisiones.
De la reunión de la Ejecutiva, la mayoría de miembros consultados salen con el convencimiento de que, aunque Sánchez va a ser proactivo para intentar formar con urgencia un Gobierno, aún será necesario un poco de tiempo para que el resto de partidos digieran los resultados y decidan qué actitud van a adoptar, si la de dejar gobernar a Sánchez o volver a bloquear.
A pesar de que Sánchez haya asegurado que no habrá una gran coalición con el PP, dentro de la Ejecutiva no se descarta que, si no prospera un acuerdo con otros partidos, la responsabilidad de desbloquear la formación de gobierno termine dependiendo de una abstención del PP, como en su día hizo el PSOE. Una abstención que, consideran dirigentes socialistas, no tiene por qué ir aparejada a la necesidad de que las dos formaciones alcancen un pacto programático o de gobierno.