El anuncio de que en Europa se podrían eliminar los cambios de hora ha suscitado el apoyo general de Gobierno, consumidores, sindicatos o empresarios, aunque aún no esté claro si seguiría el horario de verano o el de invierno, y ha reavivado el debate del huso horario de España y la conciliación.
De hecho, desde Costa Rica, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que se constituirá una comisión de expertos encargada de evaluar la conveniencia de cambiar el huso horario: lo que se vaya a hacer en esta materia precisa de un "gran consenso".
Desde que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunciara que millones de ciudadanos europeos manifestaron -en una encuesta popular- no querer cambiar los relojes, el debate en España se ha trasladado, en parte, al huso horario que ocupa: por su geografía debería tener la misma hora que Londres o Lisboa, pero desde la II Guerra Mundial tiene la de París o la de Berlín.
En la Unión Europea hay tres zonas horarias en las que los países han escogido diferentes husos y el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, no descarta que España pueda tener otro huso horario más acorde con su posición geográfica: "(...) Demos la oportunidad al Parlamento Europeo a ver si es capaz de encontrar un común denominador entre países".