El gerente del hospital Clínico San Carlos de Madrid, José Soto, reconoce que la vacunación de personal jubilado del centro no preferente "puede ser polémica" pero defiende que se procedió "desde la ética", ya que había viales "que iban a caducar".
El hospital Clínico San Carlos de Madrid admitió a mediados de enero que había vacunado contra la covid-19 a "varios" jubilados del centro que no debían haber tenido que recibir la inyección por entender su asociación que era "para todo el personal jubilado", y no solo para los voluntarios que prestan servicio en el hospital.
Durante una comparecencia este martes en la Comisión de Sanidad en la Asamblea de Madrid, a petición del grupo parlamentario socialista, el gerente del hospital ha dicho que no se debería mantener la "creencia" de un "error de interpretación" por parte del centro, sino que habría que valorar "el papel de responsabilidad, la colaboración y la implicación" de estos jubilados que "han seguido prestando servicios" durante la pandemia.
"La vacunación de los jubilados puede ser polémico pero como gerente, en esta situación sacada de contexto, se ha procedido con el espíritu de la ética y el compromiso social con los recursos públicos", ha señalado.
En su intervención, ha explicado que "había viales dispuestos para la vacunación que iban a caducar" y ante "la ausencia de voluntarios preferentes o profesionales que quisieran acudir" al llamamiento, se procedió a convocar a la Asociación de Médicos Jubilados, de los cuales se vacunaron a 600.
Por otro lado, según publicó la Cadena Ser, el gerente del hospital recibió la segunda dosis de la vacuna cuando el 30% de los profesionales dentro del grupo preferente no habían recibido aún la primera. Preguntado sobre este asunto en la comisión, el gerente se ha limitado a decir que la inmunidad de todo el personal sanitario del centro finalizó el 24 de febrero, tras recibir las dos dosis.