El cielo se abrió literamente sobre Sant Llorenç y la tromba de agua se abrió paso enfurecida por el cauce seco de dos torrentes. Hay al menos 10 muertos y se busca a un niño de 5 años desparecido. Iba con su madre y su hermana de 10 huyendo de la riada. La madre falleció pero pudo salvar a su hija.
Más de 600 efectivos entre militares, guardias civiles y servicios de emergencia se vuelcan en abrir de nuevo las carreteras de acceso al pueblo y en encontrar al pequeño.
Ahora mismo, las autoridades intentan restablecer la corriente a las 700 personas que siguen sin luz. 200 vecinos, de los 8.000 del pueblo, ni siquiera pueden dormir en sus casas y siguen en polideportivos. Muchas de las edificaciones de la zona tendrán que ser derribadas.
Varios vecinos de Sant Llorenç des Cardassar han afirmado este miércoles que "no se ha salvado nada" en sus viviendas debido a las inundaciones de este martes y que lo han "perdido todo" tras las lluvias.
Los testigos de las inundaciones coinciden en señalar la rapidez con la que creció el nivel del agua, que rompió los cristales de las ventanas, y sostienen que temieron por su integridad física. "Los coches flotaban por la calle", han enfatizado.