Un estudio liderado por el Hospital Vall d'Hebron ha detectado que solo el 3,5 % de los menores han sido quienes han llevado la Covid-19 a su domicilio, contagiando así a familiares suyos, mientras que los adultos han sido los primeros transmisores del virus en el 60% de los casos.
El trabajo liderado por el Vall d'Hebron se ha llevado a cabo con 163 menores, si bien se ha centrado finalmente en 89 de ellos por cuestiones metodológicas, y se ha efectuado entre los meses de marzo y mayo, cuando se tomaron las medidas más estrictas del confinamiento.
De los 89 menores analizados se ha comprobado que solo tres -dos de ellos de 17 años- fueron quienes llevaron el virus a casa, donde todavía no circulaba. El 21 % de los menores no mostraba síntomas, el 60 % sí tenía una fiebre superior a los 37,5 grados centígrados, otro 49 % tenía tos, el 14 % erupciones cutáneas y el 13,5 % pérdida de olfato o gusto.
El trabajo, si bien es retrospectivo y "tiene limitaciones", determina así que la transmisión del virus de niños a adultos "es baja", un dato a tener en cuenta ahora que en pocos días comienza el curso escolar.
Otra de las conclusiones es que "los niños de este país han tenido en su inmensa mayoría cuadros leves con una muy buena evolución clínica", según ha dicho Soler, aunque ha advertido de que presentan "manifestaciones clínicas más inespecíficas que el adulto", de forma que los pediatras pueden tener más dificultades para detectarlo.
Entre los menores ingresados, la edad media se situó en los 12 años, aunque quienes han debido ser ingresados en mayor porcentaje son los menores de 3, si bien Soler ha precisado que puede existir un "sesgo" debido a que, por precaución, se suele tener más cuidado con estos niños tan pequeños.
Asimismo, los grupos de menores considerados "de riesgo" por la covid-19 son a juicio de estos investigadores quienes tienen cardiopatías congénitas graves o pneumopatías graves.