El cambio en la normativa de los pisos turísticos en Madrid, insuficiente para la oposición
- Se calcula que en la capital hay 14.000 pisos de este tipo
Los cambios en los requisitos para las viviendas turísticas en Madrid no han gustado por completo a todos. Los partidos políticos en la oposición, tanto el Partido Socialista como Más Madrid, los consideran insuficientes para conseguir que los barrios sigan perteneciendo a los vecinos y no a los turistas.
“Todas estas medidas favorecen más a la presión de los propietarios y los promotores de estos negocios que a los intereses de los vecinos”, ha dicho Paco Pérez, concejal de Más Madrid.
“Este tipo de gobierno, ni regula, ni acaba con el problema, y más bien lo acrecienta. Tenemos un centro de la capital que se está quedando sin barrios y se está convirtiendo en un parque temático para turistas”, ha criticado el concejal socialista Pedro Barrero.
Madrid sólo permitirá las viviendas turísticas que estén en las plantas baja o primera
El 98% de los pisos turísticos operan de forma ilegal
El Ayuntamiento de Madrid estima que ahora mismo hay 14.000 inmuebles de este tipo en la capital de los cuales, el 98% opera de forma ilegal.
Tras este cambio en la normativa, sólo se podrá utilizar un piso como "vivienda turística" si se instala en un bajo o en una primera planta (sin vecinos debajo) . Eso supone anular el requisito que había impuesto Manuela Carmena de que tuvieran un acceso propio. Dice el consistorio que era algo muy complejo de cumplir y aumentarán los controles. Hay zonas de Madrid que han sido colonizadas por este tipo de inmuebles.
El 98% de los pisos turísticos opera de forma ilegal
Ahora, los pisos en plantas superiores a la primera, que tengan en mente darle un uso turístico o los que ya lo hacen de manera ilegal, no podrán optar a una licencia como piso turístico.
Por tanto, las que tengan licencia la mantendrán porque son derechos consolidados. Pero Aquellas que no la tengan y no cumplan los nuevos requisitos serán ilegales. Un mazazo para el sector y alegría para los vecinos, aunque algunas asociaciones quieren ir más allá.
El objetivo del consistorio, con la modificación de la normativa urbanística, es poder controlar este tipo de actividades y que se ajusten a la ordenanza municipal.
