El departamento de ingeniería criminalística de la Guardia Civil está hoy de enhorabuena. Es el primero que recibe una acreditación de la Enac. Esto les convierte en referente a nivel nacional y europeo. Las pruebas forenses digitales que realizan en sus instalaciones, tendrán validez en procesos judiciales de toda la Unión Europea.
Los 30 agentes de esta unidad son los Sherlock Holmes de la era digital. Componen el departamento de ingeniería de criminalística de la Guardia Civil. Tienen por delante, todos los días, una ardua tarea: extraen pruebas, indicios, cualquier detalle que se esconda entre circuitos, placas, memorias y tarjetas sim.
Sus pruebas, medidas en kilobites, son capaces de arrojar luz a las más complejas investigaciones.
Móviles, discos duros, pendrives cifrados en muchas ocasiones. Nada se resiste al reconocimiento exhaustivo, y muchas veces de extrema dureza, para los peritos.
Hasta aquí llega el material intervenido en toda España. En sus manos recaen decenas de investigaciones: Operación Pilumnus, Operación Marianne, Operación Scamcall. Y sus hallazgos han sido claves en casos como el de Diana Quer, donde el análisis forense digital del móvil, que hicieron en esta unidad, logró estrechar el cerco en torno al Chicle, su asesino confeso y hoy en prisión, a la espera de juicio.