Los psicólogos alertan del aumento de personas que sufren un trastorno mental por su físico. Lo llaman 'Dismorfia del selfi' y las redes sociales son su caldo de cultivo.
Afecta sobre todo a mujeres jóvenes y suele venir acompañado de otros trastornos como anorexia o depresión.
Es uno de los rostros conocidos que lo admite. Lola Índigo ha necesitado ayuda psicológica para superar sus complejos físicos.
Casi todos reconocen que usan filtros para mejorar su imagen en redes sociales. Y la mayoría creen se usan en exceso.
A ellas les preocupan muslos, pechos, caderas y cara. Y a ellos, aunque les cuesta más reconocerlo, el tamaño de los músculos y genitales y sobre todo el pelo. Por eso -y cada vez con más frecuencia- acaba derivando en un trastorno obsesivo.
Los casos más extremos llegan a identificarse con esas imágenes retocadas o distorsionadas. Hasta tal punto que no consiguen relacionarse con otras personas porque no se reconocen con su físico real. Suelen ocultar otros trastornos como anorexia o depresión.
El problema es que muchos pacientes acuden a un cirujano plástico antes que a un psicólogo. La Sociedad Española de Medicina Estética alerta que en los últimos años la edad media del primer retoque ha bajado de los 35 a los 20 años.