Los sectores alimentarios más inflacionistas como el azúcar, aceites, leche y huevos, según el último IPC de diciembre, achacan a la prolongación de los elevados costes para producir estos bienes y a la menor oferta el hecho de que sigan liderando este índice un mes más.
El IPC alimentario subió un 15,7 % en diciembre de 2022 respecto al mismo mes de 2021, la variación anual más alta desde 1994, y fueron el azúcar (50,6 %), los aceites y grasas (38,1 %), la leche (37,2 %), los huevos (29,8 %) y las patatas (22,6 %) los más inflacionistas en el último año.
Ese fuerte incremento del precio del azúcar "no se debe a la especulación del sector remolachero ni de la industria azucarera, sino que responde a la ley de la oferta y la demanda" de un alimento cuyo precio se marca en el mercado de futuros de Londres.
Así lo ha apuntado a Efe el coordinador del Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR, Javier Narváez, quien ha recordado que el precio del azúcar estaba a finales de 2019 "en los valores más bajos desde que existen registros", y que con la pandemia, lo que bajó fue su consumo por la menor actividad industrial.
La subida de los costes energéticos como consecuencia de la guerra en Ucrania y las menores cosechas de remolacha en Europa -sobre todo en Francia- en las dos últimas campañas por la sequía y el menor uso de neonicotinoides en las semillas han hecho disminuir la oferta, mientras que en 2022 la demanda se ha recuperado hasta niveles prepandemia, según Narváez.