En el primer día de Madrid Central, el tráfico y la contaminación han aumentado en el entorno de la M-30, mientras el centro de Madrid se limpia de polución.
El 90 por ciento de los coches que usaban la Gran Vía lo hacían de paso, según la Delegada de Medio Ambiente Inés Sabanés. Al cerrarse al tráfico esta vía y las calles de Madrid Central la circulación bajará y se reducirá la contaminación por dióxido de nitrógeno, un gas nocivo para la salud. Esta es una de las conclusiones del proyecto Tecnaire que estudia el uso de la tecnología para evaluar y mejorar la calidad del aire urbano.
Las simulaciones de Tecnaire indican que un mismo vehículo, independientemente de si es b, c o eco, contamina menos con menos atascos.
La entrada en vigor de Madrid Central modificará el recorrido del tráfico e incrementará la saturación en el círculo exterior de Madrid Central y en el resto de la ciudad. Ello conllevará también un incremento de la contaminación y el ruido.
Rafael Borge, coordinador del proyecto Tecnaire, destaca que Madrid Central supone iniciar el cambio de mentalidad a la hora de vender coches, un cambio hacia un transporte más ecológico porque argumenta se pueden reducir las emisiones y mejorar la calidad de aire, pero no evitar los picos puntuales de contaminación causados por la metereología.