Unas 1.100 ovejas merinas, 100 corderos y 200 cabras retintas han colapsado este domingo las arterias principales de la ciudad de Madrid para celebrar la XXX Fiesta de la Trashumancia y reivindicar la importancia de la ganadería extensiva como herramienta de la conservación de la biodiversidad.
Una de las grandes novedades de esta edición ha sido que el rebaño ha llegado encabezado por Marity González, la primera mujer en pastorear la trashumancia, además de ser la única mayorala en representar a las familias del Real Concejo de la Mesta, el gremio ganadero más antiguo que se conoce y que en esta edición cumple 750 años desde que Alfonso X el Sabio lo creó.
En este sentido, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, además de resaltar el papel de la mujer en el ámbito rural y la labor fundamental de las pastoras, ha puesto en valor “la buena noticia en el ámbito de la igualdad” que supone que la trashumancia la dirija una mujer.
Por su parte, González ha destacado el honor que supone para ella ser mayorala de todas esas mujeres que son pastoras y ganaderas trashumantes, a quienes ha agradecido su labor por conseguir “una España verde”.
La Fiesta de la Trashumancia se celebra en Madrid desde 1994 para defender este tipo de pastoreo de ganadería extensiva, que es beneficioso para la biodiversidad y lucha contra el cambio climático, así como para preservar las vías pecuarias como corredores ecológicos, que tienen una superficie de 125.000 kilómetros y 420.000 hectáreas.
Guiadas por la pastores y miembros de la Asociación Trashumancia y Naturaleza, las ovejas y cabras han salido sobre las diez y media de la mañana por la Puerta del Rey de la Casa de Campo y han cruzado el parque de Atenas para después subir la Cuesta de la Vega y llegar a la calle Mayor.
En esta edición, la comitiva ha recuperado el recorrido que cruza la Puerta del Sol, para continuar su paso por la calle de Alcalá, hasta llegar a la plaza de Cibeles, donde las ha recibido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de miembros del equipo de Gobierno municipal, como el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante.
Un año más el regidor ha recibido los “50 maravedís al millar” que recoge la Concordia de 1418 entre los Hombres y Mujeres Buenos de la Mesta y los procuradores del Concejo de la Villa, el precio que debían pagar los pastores a las autoridades por hacer uso de los caminos ganaderos y cruzar sus términos.