El barco humanitario Open Arms se ha declarado este sábado "en estado de necesidad". Asegura que después de 16 días sin poder desembarcar a los migrantes rescatados en el Mediterráneo ya no pueden garantizar la seguridad de las 134 personas que están a bordo.
El barco se encuentra junto a las costas de la isla italiana de Lampedusa desde hace dos días, sin que se haya autorizado el desembarco de los migrantes, mientras la tripulación denuncia el deterioro de la situación a bordo.
Cuando se cumplen 16 días desde que los inmigrantes fueran rescatados en el Mediterráneo por el buque de la ONG española, la situación a bordo es desesperada, mientras el líder ultraderechista y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, sigue en sus trece de impedir el desembarco pese a los numerosos llamamientos.
La organización española ha pedido la evacuación "con la máxima urgencia por emergencia humanitaria" de los migrantes y de la tripulación.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció el domingo que los Gobiernos de España, Alemania, Francia, Luxemburgo, Portugal y Rumanía le han transmitido su disponibilidad para acoger a una parte de los rescatados, si bien aún no se ha formalizado públicamente ningún acuerdo de reubicación.