Ucrania y Georgia cambian la normativa para inscribir a los hijos de españoles nacidos por gestación subrogada a partir de febrero, por lo que las familias afectadas advierten que les han dejado a los bebés nacidos después de dicha fecha en una situación de indefensión.
A partir de ahora, los padres tienen que empadronar a los bebés en Kiev, y solicitar un pasaporte ucraniano que tarda meses para poder traerlos a España. Ya en el juzgado deben pelear la nacionalidad española en primer lugar, y la adopción de la madre después. Es un proceso de, mínimo, dos años, y muy costoso.
Por ello, piden una sentencia judicial que resuelva a favor de aquellos casos en los que ya existiera un embarazo en curso antes de la normativa, y los niños nacidos desde su implantación.
Por el momento, el Gobierno ucraniano desestima su petición, y mantiene firme su postura. Lo mismo sucede en Georgia.