El aprendizaje no tiene edad. Lo saben bien Concha y Gonzalo. Son dos madrileños que a pesar de superar los 50 años, siguen asistiendo diariamente a clase en la Universidad.
Cada vez son más los mayores que aspiran a tener una carrera universitaria sin importar la edad. Ser abogado, profesor o enfermero es un sueño que han cumplido a los 60.