La Audiencia de Almería acogerá desde este lunes el el juicio contra Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, para la que la Fiscalía reclama prisión permanente revisable por asesinato, así como diez años más de cárcel por lesiones psíquicas a los padres del menor.
El juicio tendrá ocho sesiones
El juicio tendrá ocho sesiones que se celebrarán entre el 9 y el 18 de septiembre en la Sección Segunda de la Audiencia de Almería, donde un jurado popular deberá decidir sobre el caso, cuyo veredicto será plasmado en la sentencia que redacte la magistrada Alejandra Dodero.
Hechos imputados
El letrado de los padres de Gabriel, Francisco Torres, reclama también prisión permanente revisable por asesinato, además tres años de cárcel por un delito de lesiones psíquicas a Patricia Ramírez, cinco años más por un delito de lesiones psíquicas a Ángel Cruz, y sendas penas de dos años de prisión por dos delitos contra la integridad moral, mientras que el abogado de Quezada, Esteban Hernández Thiel, considera que se trata de un homicidio imprudente y, en el peor de los casos, un homicidio doloso.
El jurado popular se constituirá esta semana
El jurado popular se constituirá el mismo día 9, jornada en la que también tendrá lugar la declaración de la acusada, mientras que un día después está previsto que declaren Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del menor, y otros siete testigos más, entre ellos la hija de Quezada, que reside en Burgos.
El 11 de septiembre declararán otras siete personas, entre ellas guardias civiles y un policía local de Níjar (Almería). Un día después continuarán otros miembros de la Guardia Civil, tanto de la Policía Judicial, como del Laboratorio de Criminalística y del Servicio Cinológico y Desaparecidos.
El 17 se llevará a cabo la reproducción de audios y vídeos, y la reconstrucción de hechos y tras esto se llevarán a cabo las conclusiones e informes de las partes personadas, de forma que el 18 se entregará el objeto del veredicto al jurado popular.
Relato de los hechos
El escrito de acusación de la fiscal señala que sobre las 15.30 horas del 27 de febrero del año pasado el niño le dijo a su abuela, en cuya casa de Las Hortichuelas Bajas de Níjar (Almería) se encontraba, que iba a jugar con sus primos, y que Quezada estaba "pendiente de sus movimientos".
Habría abordado al niño en el camino de cien metros que iba de la casa de su abuela a la de sus primos y le pidió que la acompañase para ayudarla porque iba a pintar en una finca del padre de Gabriel en Rodalquilar (Níjar).
Una vez allí, mientras el pequeño estaba "confiado" y "totalmente ajeno a la intencionalidad criminal" de la mujer, según la Fiscalía, de forma "súbita y repentina", con intención de ocasionarle la muerte, lo tiró contra una pared y después le tapó con las manos la boca y la nariz y lo asfixió, enterrándolo junto a una alberca.