Los vecinos y propietarios de diferentes negocios hosteleros de Parla se encuentran al borde de la desesperación por los constantes robos y atracos que sufren en sus negocios.
La criminalidad ha aumentado notablemente en las calles del municipio y los afectados aseguran que la delincuencia y los delitos se han convertido en parte de la rutina diaria.
Desde comercios hasta viandantes, nadie parece estar exento de la amenaza. En plena vía pública se producen atracos donde las víctimas son despojadas de sus relojes, móviles o joyas.
El temor y la impotencia van en aumento, lo que ha llevado a la comunidad a exigir una mayor presencia policial en la zona para frenar la creciente ola de inseguridad. Además, los vecinos señalan como un factor que favoreció el aumento de la delincuencia a la okupación de un grupo de personas que se ha instalado en un edificio de la calle Aranjuez.
Este evento habría empeorado la situación. Ante esta crítica situación, los habitantes del municipio piden acciones urgentes a las autoridades locales para garantizar la seguridad en Parla y plantean organizar una cacerolada como símbolo de protesta para intentar aumentar la protección tanto de los residentes como de los comerciantes.