Acaba de terminar el verano con el peor balance de los últimos años en los festejos taurinos populares: 15 personas han perdido la vida en todo el país, 3 de ellas en Madrid, y ha habido decenas de heridos.
Los corredores más veteranos creen que los 2 años sin encierros por la pandemia han provocado la participación de mucha gente sin experiencia.
Un joven de 30 años moría en los encierros de Navalcarnero el pasado mes de septiembre. Falleció tras recibir 16 cornadas. Pero no es la única muerte que se han cobrado los festejos taurinos en Madrid.
Un operario de la plaza de Fuenlabrada falleció en agosto aplastado por un toro y un varón de 60 años fue víctima de un novillo en Alalpardo.
El descuido y la relajación tras dos años de suspensión de los encierros han acentuado, afirman, el riesgo de estos festejos. No solo ha ocurrido en Madrid. En el conjunto de España este ha sido el verano más sanguinario que se recuerda en los festejos taurino, con un total de 15 muertos, ocho de ellos en la Comunidad valenciana.