Con una ceremonia privada se ha celebrado el bautizo del hijo de los duques de Sussex. El protagonista se llama Archie Harrison Mountbatten Windsor y tiene dos meses de vida. El secretismo real alcanza a la identidad de los padrinos. Se sospecha que no son miembros de la familia sino amigos de los padres.
Los Duques de Sussex, príncipe Harry y Meghan Markle, rompen la tradición al no celebrar el bautizo de Archie Harrison en el palacio de Buckingham, como sucedió con la bisabuela Isabel, actual reina, o el abuelo Carlos.
En el pequeño recinto eclesiástico, restaurado tras el incendio de 1992, solo caben 30 personas. Archie, séptimo en la sucesión al trono, lucirá el mismo faldón de encaje empleado por sus primos, una réplica del original creado para la reina Victoria hace 170 años.
Para completar la heterodoxia del acto, Isabel II no ha acudido. Pasa las vacaciones en Escocia, donde ha tenido la ocasión de conocer al pato Olive durante la visita a una granja de Edimburgo.