La nieve se acumula hasta alturas excepcionales, por ejemplo, tres metros en los Alpes
REDACCIÓN
Una ola de frío sin precedentes afecta a casi toda Europa, incluso en países bañados por el mediterráneo, como Grecia.
La nieve se acumula hasta alturas excepcionales, por ejemplo, tres metros en los Alpes. El crudo invierno afecta a carreteras y aeropuertos.
Muchos colegios han cerrado, y centenares de pueblos permanecen aislados.
La organización meteorólogica mundial alerta sobre la intensidad y persistencia de la ola de frío que afecta a buena parte de Europa, un frío especialmente inusual en áreas del mediterráneo.
En Grecia, en localidades como Salónica, a orillas del mar Egeo, ha nevado por vez primera vez en años.
La nieve ha dejado muchas carreteras impracticables, problemas apenas resueltos con toneladas de sal.
La ola de frío tiene su origen en una persistente borrasca que afecta a Suecia y el norte de Alemania. En los Alpes se registran hasta tres metros de nieve y el riesgo de avalanchas, como ésta, mantiene a los servicios de emergencia en alerta permanente.
La nieve se acumula peligrosamente en árboles y tejados. helicópteros y voluntarios trabajan contra reloj.
En Georgia impresiona el bosque de carámbanos que inunda decenas de edificios en todo el país.
En Holanda y Bélgica, las nevadas han obligado a la anulación de centenares de vuelos, en especial en el aeropuerto internacional de Bruselas.
La nieve es omnipresente también en muchos puntos de Serbia y de la república Checa.
Paradójicamente, o no, si atendemos al cambio climático, Alemania, Suiza, Austria o la República Checa sufrieron récords históricos de altas temperaturas durante el verano pasado.