Es una cuestión de metros. Una carretera en el distrito de Usera es el límite que separa una zona con restricción a la movilidad por las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno regional para frenar el covid.Entre los vecinos, encontramos comprensión e indignación en algunos casos.
Los comerciantes se muestran enfadados. Aseguran que son los principales afectados. Tienen que cruzarse de brazos y ver cómo sus vecinos de enfrente pueden sobrevivir mientras ellos se arruinan.
Los vecinos no creen que vaya a funcionar las nuevas medidas. El lunes no podrán salir de la zona sin autorización justificada