El feminismo tomó voz el 8M para dejar claro que nuestras mujeres están ahí, y que no piensan callar las injusticias a las que se enfrentan por el simple hecho de ser mujeres.
En la manifestación se dio visibilidad a un colectivo que parece el más olvidado, pero que también hizo su puesta en escena durante esta huelga feminista para demostrar que efectivamente no están solas. Hablamos de las mujeres que realizan labores rurales en Madrid.
Denuncian que sufren una tasa de desempleo del 40%, y advierten que se encuentran en una situación de invisibilidad económica, por lo que algunas de ellas deciden tomar las riendas y montar su propio negocio.