A partir del lunes, podremos ir a la peluquería sin pedir cita previa. El problema lo siguen teniendo las peluquerías de los centros comerciales. Siguen sin poder abrir sus puertas.
Juan Manuel abrió su peluquería con todas las medidas de seguridad y de higiene exigidas. Pero “llegó la policía y cerró la peluquería porque aseguran que no podíamos abrir en centros comerciales”.
Lorenzo tuvo suerte. Pudo llegar antes de que la policía llegara a cerrar la peluquería y se cortó el pelo con su peluquero de confianza. Se considera un privilegiado.
Una persona por sesión
“Primero y único porque sólo atiende a una persona por sesión” nos cuenta.
La madre de Hugo se entera del cierre del negocio por nuestra presencia. “Siempre vengo aquí y no pienso cambiar. Me tocará esperar” asegura.
Una semana después, Juan Manuel sigue sin saber qué hacer. “El cien por cien de los centros comerciales que tienen supermercados pueden abrir” lamenta Juan Manuel.
Lo que pide este peluquero es lo mismo que las autoridades nos exigen a nosotros, sentido común.