Ya era leyenda. Ya era icono del arte. Ya era un símbolo. Ahora también es voz, no cualquier voz. La voz de Frida Kahlo.
La Fonoteca Nacional de México ha presentado la que se cree que es la única grabación de audio de la pintora mexicana.
Una locución que hizo en 1949 leyendo un texto propio sobre su marido, el muralista Diego Rivera.
Frida y Diego. Diego y Frida. Ya eran entonces la pareja más universal del arte contemporáneo mexicano.
Ambos temperamentales, explosivos y vehementes. Su relación fue como sus pinturas, un destello de luces y sombras.
Frente a la vida atormentada de Frida, o quizás por eso, su voz es delicada, aguda, de una dicción precisa.
No casa con el perfil impetuoso de su biografía. Hay quien duda que sea ella. No importa. El mito de Frida Kahlo sigue siendo el eco más universal de la casa de azul de Coyoacán.