En el programa 31 de ‘Toc toc…¿se puede?' conocemos el chalet de lujo de la interiorista Alejandra Pombo en Pozuelo de Alarcón, con una chimenea colgante en el salón y decoración selvática; una casa en Valdemorillo llena de recuerdos y una bodeguita de hace 40 años; otra en Rivas Vaciamadrid en la que cada sala está ambientada en un continente; y, finalmente, la casa del actor y cantante Paco Morales.
Después de haber visitado la casa de la interiorista, en el segundo reportaje acompañamos a David Moreno hasta la sierra, donde nos espera Ana, la simpática propietaria de una campestre y encantadora casa en Valdemorillo con chimenea y desván, decorada con muebles de época y telas clásicas y mantas de lana bordada por ella misma. La casa tiene ambiente familiar y cuenta con una sala de fiestas con barra de bar, un coqueto jardín francés, porche y una luminosa cocina.
En este municipio frecuentan las viviendas unifamiliares con diferente diseño. En la casa con 40 años de historia y 210 metros cuadrados repartidos en 3 plantas, Destaca su jardín con estilo afrancesado que utiliza para leer. Su mesón de los años 70 con barra incluida es solo el principio de la visita, otras habitaciones funcionan como baúles de los recuerdos, como Muñecas Nancy (1968) o las Mariquita Pérez (1940).
En el tercer reportaje, saltamos de la sierra a las afueras de Madrid, concretamente a Rivas Vaciamadrid, donde Esther Alcázar visita el chalé de 3 pisos de Antonio, una casa con decoración sorprendente y atrevida que mezcla antigüedades con objetos metálicos, lámparas de cristal, calaveras y cuadros coloristas en las paredes. Antonio ha hecho de su chalé un lugar para disfrutar lleno de detalles insólitos y es perfecto para hacer fiestas (a las que acuden a menudo caras conocidas) y relajarse en el porche y el jardín que tiene también.
La casa tiene un espacio de 200 metros cuadrados, cada sala puede tener un ambiente de un continente diferente. El salón está lleno de antigüedades de todos los lugares, buscando mezclar lo moderno con lo antiguo.
Y nuestro último anfitrión es un rostro familiar que nos ha hecho cantar, bailar y emocionarnos desde hace varias décadas. Sara Poza visita la casa del cantante y actor Paco Morales, un piso tan resultón como él, con vistas al Madrid de los Austrias, un balcón de película y decorado con recuerdos profesionales, personales y de viajes por todo el mundo. Paco le muestra a Sara fotos de sus looks anteriores, el teclado de piano que preside el salón, todas las habitaciones ¡y su electrodoméstico favorito sorpresa!
Nada más pasar por la entrada nos enamoramos de la cantidad de luz que entra por la terraza. Nos confiesa que fue uno de los principales motivos por los que compró la casa. Importante: que no falte un bol de chuches en la entrada para él y su hijo pequeño. Justo en frente está un teclado con el que practica sus melodías de voz, pero no para tocar.