El joven diestro madrileño Rafael González vivió las dos caras del toreo -el triunfo, con tres orejas, y el dolor de una cornada de 10 centímetros- en la novillada que abrió la tradicional feria de San Blas y la Candelaria de la localidad de Valdemorillo.
Se lidiaron seis novillos de Hato Blanco, de correcta presentación y de juego dispar, aunque abundando las complicaciones y la falta de raza.El resultado de la terna de novilleros fue el siguiente:
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García Navarrete, de Jaén: silencio en ambos.
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Rafael González, de Madrid: dos orejas y oreja con petición de la segunda.
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Marcos, de Fuenlabrada: oreja y silencio.
Tras estoquear a su segundo novillo, González fue intervenido en la enfermería de la plaza de una cornada en el tercio medio de la pierna izquierda de 10 centímetros de extensión en trayectoria ascendente,además de diversas contusiones y un varetazo en el brazo izquierdo, según el parte médico. Fue trasladado al Hospital Universitario de Puerta de Hierro.
La plaza, cubierta, se cubrió en dos tercios de su aforo, en tarde de acceso gratuito para los empadronados en la localidad.