La investigación del caso de la viuda del banquero, asesinada de dos disparos a bocajarro en un concesionario, ha entrado en una fase decisiva. El análisis de los restos biológicos de las las vainas halladas en el lugar del crimen no coinciden con los de Miguel Ángel López, yerno de la víctima y, hasta ahora, único sospechoso. Por eso el fiscal pide cotejar el ADN encontrado en los casquillos con el de todos los trabajadores del concesionario.