Es la finca del horror en Bormujos, Sevilla. La guardia civil no daba crédito cuando accedió a las instalaciones: Cadáveres de animales y junto a ellos caballos, ovejas, burros en condiciones terribles.
Animales muertos sin enterrar y animales vivos, coexistiendo en una finca de Sevilla, en condiciones higiénicas deplorables. Es el macabro espectáculo que se encontró una asociación de defensa de los burros. El propietario se enfrenta a un posible delito de maltrato animal.
Muchos ya hablan del mayor caso de maltrato animal que se ha conocido en muchos años. Los animales que han sido rescatados vivos están ahora a cargo de una protectora y los que permanecen en ella se han quedado al cuidado de un matrimonio.